Una Reforma de la sede de UNICEF DE MADRID que es más que un proyecto de arquitectura.
El proyecto de la sede de UNICEF en la calle Mauricio Legendre n 36 en Madrid no es sólo un proyecto de arquitectura, se trata de un proyecto integral que supone el comienzo de una nueva imagen a su sede de Madrid. Necesitaban un símbolo del cambio generacional del espacio, consolidado dentro del sector, y para ello se diseñó un ambiente singular que representa el nuevo aire de la Sede, pero siempre apoyándonos su forma actual de ver el espacio. Una visión actual que, sin embargo, no pierde de vista sus orígenes.
La fachada, es un reclamo dentro del entorno, basa su diseño en las líneas y colores de su logotipo histórico el cual habla por sí solo. Sobre un zócalo de ladrillo, sobre metacrilatos azules muy llamativos necesario por razones de uso y mantenimiento, los metacrilatos componen el fondo neutro sobre el que la línea de imposta, del color azul corporativo, dibuja un trazo dinámico que pone en relación la puerta de acceso al local: la principal, a través de la cual se accede a la zana de recepción y zona de reuniones separada con tabiques móviles.
contrastando con la imposta, a la zona de oficinas en la cuela ahí unas 40 mesas,
La entrada de luz en dichos espacios se consigue a través de grandes ventanales que potencian la esquina del volumen de la edificación y que, junto con los rótulos, se convierten en elementos captadores de atención de aquellos que circulan por la calle lo cual creemos que UNICEF no lo necesita ya que se vende por si sola.
Bajando hacia la zona de la parte de abajo nos encontramos el comedor con una cocina de espacios abiertos la cual alberga espacio suficiente para todos sus trabajadores.
Los colores empleados en los espacios de cara al público siguen la gama de los blancos y grises tanto a nivel suelo como en paredes y techos. De esta manera los trazos de color corporativo se reservan para la fachada y el mostrador de la entrada, generado por una línea azul continua que ata el espacio de atención al cliente con los puestos de trabajo de los empleados. El logotipo de la empresa vuelve a estar presente, esta vez a modo de serigrafía sobre vidrio.
retomando el color empresarial, transmite limpieza. Y en el aseo de dirección los tonos tostados y tierra aportan sobriedad, apoyados además en el tratamiento de tarima de roble que sólo se emplea en la planta de dirección, aportando calidez en sus espacios.
Una sala gris y blanca, con una grata iluminación de trabajo conseguida gracias a pantallas led. En ella una ventana, recortada sobre la única pared de color de la estancia, permite el control visual de la zona de almacén, cuya superficie de más de 450 metros cuadrados en planta se ha colmatado de estanterías en varias alturas, aprovechando al máximo la capacidad de almacenamiento.
Este proyecto de arquitectura comprendió también la renovación de todas las instalaciones del edificio, remodelando éstas a los nuevos usos y requerimientos debidos a los cambios de distribución.